La Neo Geo jugaba en una liga superior al resto de consolas. De hecho, bastaba con ver los bombazos de SNK en movimiento para darse cuenta de la brutal brecha que había entre aquella bestia parda y el resto de máquinas con las que compartía generación: juegos como Fatal Fury lucían en SNES o Mega Drive como humildes conversiones domésticas, pero los cartuchos de la "Rolls Royce" de las videoconsolas ofrecían el mismo juego y sensaciones que te dejaban boquiabierto en los salones recreativos. Literalmente. ¿El secreto? Su sistema de cartuchos.
Los cartuchos de Neo Geo son enormes. Gigantescos. Casi 20 centímetros de largo y 15 de ancho. Logran que veamos los juegos de Nintendo y SEGA como algo diminuto y, sin exagerar, si éstos tuviesen botones y una pantalla podrían pasar por una consola portátil. Sin embargo, cuando SNK planteó aquel sistema no tenía en mente lanzarse a competir con el Cerebro de la Bestia y el resto de sistemas de 16 bits, sino expandir su negocio arcade a los hogares. Dicho así parece lo mismo, pero como verás hay una enorme diferencia.
Es más, el diseño de los cartuchos no era una manera de desmarcarse de la competencia, como pasaba con los Game Pak de NES, sino que debían ser así por una cuestión muy básica: al abrirlos encontramos dos placas y la memoria de algunos juegos, como Metal Slug 3 o los últimos The King of Fighters, superaban los 700 Megas. Casi 20 veces más que los cartuchos más "aprovechados" de SNES. Pero es que, como veremos, los juegos que había dentro no eran conversiones o ports de las recreativas, sino que usaban exactamente los mismos gráficos, sonidos, etc. Aquello rozaba la brujería.
Lógicamente, estos cartuchos también eran el talón de Aquiles de la propuesta de Neo Geo. El precio de la consola, cuando se comercializó, era de 649.99 dólares de la época, lo cual equivaldría a 1.579,99 dólares actuales, pero es que en España cada juego costaba entre las 20.000 ptas. (275 euros con la inflación) y las 40.000 ptas. (550 euros). En honor a la verdad, había juegos más baratos y otros tan caros que su etiqueta invitaba a pensar que el que ponía los precios estaba de broma. Dicho esto, las consolas Neo Geo no tenían bloqueo regional. Algo que, como verás, tiene mucho sentido.
Los cartuchos de Neo Geo, el elemento clave de la Rolls Royce de las videoconsolas
La revolución de Neo Geo nació en los recreativos, pero de un modo muy particular: si obviamos el romanticismo y la nostalgia, los juegos que había en los arcades en realidad eran muebles con placas y si el título no tenía éxito el reemplazo era un proceso extremadamente caro tanto para el fabricante como para los dueños del salón. Sin ir más lejos, antes de dar el salto a las consolas la Nintendo que buscaba su primer éxito en el mundo de los videojuegos debía hacer malabarismos para usar las placas que ya tenía. Así nació Donkey Kong. Con eso claro, era cuestión que a alguien se le encendiese la bombilla: ¿por qué no usar en recreativas un sistema de ROMs como las consolas?
SNK usaba en las recreativas las placas SNK/Alpha Denshi M68000 pero buscó un sistema mucho más versátil de cara a los juegos que lanzaría de cara a la nueva década de los 90s y ahí tomó parte el legendario Takashi Nishiyama, creador de Street Fighter cuando estaba en Capcom, que sugirió la idea de que el nuevo sistema arcade utilizase cartuchos ROM como las consolas domésticas y, además, la creación de una versión doméstica del mismo sistema. ¿Una competidora para Nintendo y SEGA? No exactamente.
La estrategia de SNK pasaba por ofrecer dos sistemas que fuesen hermanos gemelos y que habilitaran una mejor distribución en más mercados o de maneras no convencionales. Al hermano de las recreativas se le llamó Multi Video System (más conocido por la siglas MVS) y al que tendría forma de videoconsola Advanced Entertainment System (AES). Eso sí, pese a que técnicamente deberíamos referirnos a los juegos domésticos de SNK como títulos para AES, la realidad es que, para que nos entendamos, en todo momento nos referimos a los cartuchos de Neo Geo.
De este modo, los cartuchos de Neo Geo eran extremadamente caros en comparación con los de Nintendo o SEGA, pero a su vez eran absurdamente baratos en comparación con comprar una máquina recreativa. Y lo mejor de todo es que literalmente estabas comprando el mismo juego que había en el salón arcade. Como comentamos, la consola Neo Geo se creó para ser una consola extremadamente exclusiva, casi elitista, pero la verdadera sensación de lujo provenía de sus cartuchos.
Con eso establecido, lo particular del gran plan de SNK es que en principio no se contempló que el MVS y el AES fuesen sistemas para ser comprados directamente por el gran público: las recreativas eran para los que tenían locales dedicados y aquellas consolas eran sistemas que se ofrecerían a través de servicios de alquiler. La otra realidad es que, tras ver la buena acogida que estaban teniendo las Neo Geo AES en Japón, decidieron cambiar de estrategia.
¿Por qué los cartuchos de las consolas Neo Geo no funcionan en las recreativas de SNK?
Lanzadas entre primavera y verano de 1990 en Japón y Estados Unidos, y disponibles un año después en territorio europeo, las consolas Neo Geo podían ofrecer literalmente la misma experiencia que los arcades de SNK porque, a todos los efectos, la única diferencia en los juegos era la BIOS. Es más, el código de programación es el mismo en el hardware MVS y AES y los usuarios podían cambiar las EPROM de un tipo a otro y el mismo juego seguía funcionando.
Entonces, ¿tener una consola Neo Geo y una recreativa era lo mismo? A efectos del juego sí, pero SNK decidió que el hardware no fuese compatible. Porque, como comentamos, la clave estaba en los cartuchos.
- De entrada, el MVS, la versión arcade de Neo Geo, permitía instalar varios juegos en una sola máquina dependiendo del tipo de placa base utilizada. Hasta seis, aunque solo se podía ejecutar un juego a la vez.
- Por otro lado, y pese a que las ROMS son las mismas, los cartuchos recreativos y los domésticos tienen una distribución de pines diferente. ¿El motivo? Evitar que los dueños de los recreativos compraran los cartuchos de las consolas Neo Geo para usarlos en las máquinas recreativas.
Con lo anterior establecido, los desarrolladores de SNK tenían siempre en cuenta a quienes jugarían en recreativas y en consolas, desarrollaban opciones o características específicas tanto para MVS como para AES en cada ROM, independientemente de si el cartucho era para uso doméstico o recreativo. Es decir, en las versiones MVS de recreativas ofrecían la posibilidad de aumentar las vidas extra o las continuaciones con monedas, mientras que el mismo juego para consolas Neo Geo ofrecía extras como un modo entrenamiento libre o pequeños cambios en los contenidos. Algunos cambios, de hecho, dependían de la región de nuestra consola.
Para generaciones enteras, tener una Atari, la mítica NES o la brutal Mega Drive era lo más parecido a tener no solo una recreativa, e incluso un salón arcade entero en tu casa. Una fantasía sostenida por las soberbias conversiones domésticas de Donkey Kong o Golden Axe, incluso cuando en aspectos gráficos, sonoros o en cuestión de contenidos jugaban en una liga inferior. Pero Neo Geo destruyó la barrera entre consolas y recreativas para fascinación de los enamorados de los videojuegos. Un sueño cumplido. Sin embargo, los sueños duran lo que duran y no es casualidad que el principio del final de Neo Geo coincidiese con el ocaso de los salones arcade.
Y, pese a ello, la excelencia de sus mejores juegos y sus sagas de culto sigue viva en todos los sistemas actuales. A veces con conversiones deliciosamente fieles a los arcades originales, otras con nuevas máquinas que homenajean el legado de SNK y, en ocasiones, con juegos que, 35 años después, reivindican con energías renovadas el genuino espíritu Neo Geo.
En VidaExtra | SNK y sus surrealistas spin-offs: 13 juegos reales protagonizados por los iconos de la Neo Geo
Ver 1 comentarios